Los padres del tecno pop criollo

           La irrupción de Los Encargados dentro del panorama del rock argentino fue en una gran puesta en escena de lo mejor y lo peor del panorama local: durante el festival BA Rock de 1982, la organización invitó a varios grupos nuevos, entre los que estaban los metaleros V8, Memphis la Blusera y este grupo nuevo vestido con mamelucos blancos a lo Devo y con una actitud fría que los emparentaba con los británicos Pet Shop Boys. Lo malo fue que el público lleno de alcohol no los respetó, sino que los sepultó bajo 30 kilos de fruta. Según el cantante Daniel Melero: “recogimos y pesamos las frutas, fue increíble lo mal que nos trataron. Pero a la vez demuestra que éramos distintos, y eso era lo que buscábamos”. El desorden organizativo los ubicó en la misma fecha que Riff, la banda pesada de Pappo, y las huestes metálicas demostraron su desaprobación de modo frutal. En plena época de la protesta y el pelo largo, no fue la mejor combinación posible.

Una de sus particularidades fue la de haber grabado dos discos anteriores a su LP debut, y ambos jamás vieron la luz. La primera formación estaba integrada por el propio Melero en voz, teclados, guitarras y sintetizadores, Luis Bonatto en bajo, batería eléctrica y sintetizadores,  y Mario Siperman (futuro tecladista de Los Fabulosos Cadillacs) en sintetizadores. 

Formación clásica de Los Encargados

Encargados en vivo

Formación alternativa, con Richard Coleman de Fricción y Camilo Iezzi de Los Twist

En 1984 se alejan Bonatto y Siperman e ingresan Alejandro Fiori en guitarra y Hugo Foigelman, quien se encargaba también de los teclados, batería electrónica y sintetizadores, dando así forma definitiva a la formación clásica de Los Encargados.

         En marzo de 1985 sacaron un simple con “Creo que estamos bailando” y una versión tecno de “La Balsa”, el clásico de LosGatos. Ese mismo año, Melero se inició como productor de bandas noveles, aunque no abandonó su proyecto inicial. Llegó inclusive a formar un sello propio, denominado Catálogo Incierto, con el que editó a bandas como Todos tus Muertos, Mimilocos y Los Corrosivos.

En 1986 ve la luz su ópera prima, bautizada “Silencio”. Este disco fue catalogado como “tecno” aunque ellos prefirieron denominarlo”cibernético”. La diferencia la explicaba el propio Melero: “Un grupo tecno debería usar terminales de computación en vez de guitarras o teclados. Nosotros en cambio tenemos una relación física con los instrumentos, tocamos y operamos nuestras máquinas”.

También se definió a “Silencio” como un trabajo pos moderno, por la superposición de estilos dentro de música electroacústica, electrónica y electromecánica. Como particularidad del disco, hay que hacer referencia a la falta de detalles en la ficha técnica, ya que como ellos mismos explicaban; “Cuando la guitarra pasa por los teclados, ¿cual es el instrumento que se escucha? ¿Y quien es el que toca? ¿El que programa el sonido, el que aprieta el botón o la máquina en si?”

Encargados grabando

Sesión de fotos

                                          "Orbitando", Teatro Santa MarÍa, 22-11-86


"Tratame Suavemente", Teatro Santa María.

Dentro del disco hay canciones pop brillantes, como “Orbitando” o “Trátame Suavemente”, que cobraría categoría de hit al ser versionado por Soda Stereo en su disco debut. También hay experimentos sonoros ambientales, emparentados con el trabajo de Brian Eno o John Cage, como el tema “Le Caine”. Como invitados, participan Richard Coleman y Ulises Butrón, quienes en su momento fueron miembros estables del grupo. Willy Crook, de los Redonditos de Ricota, aporta la magia de su saxofón en todo el disco. 

Tapa y contratapa de "Silencio"

"Líneas", del disco debut

A partir de 1987, los integrantes de la banda siguieron en contacto contínuo pero ya no se juntaban a ensayar tan asiduamente como antes. Melero siguió componiendo, colaboró con otros artistas y finalmente editó su primer disco solista titulado “Conga” junto a un conglomerado de artistas tan disímiles como Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Walter Temporelli de Los Corrosivos e Ignatz de Los Apestosos. Así, Los Encargados llegaban a su final.